Carbón Vegetal - LRM

Se usa para reducir la presencia de gas en el sistema digestivo y se recomiendan compuestos para la diarrea o el dolor abdominal. Una vez ingerido, se queda en el tubo digestivo, lugar donde tiene una buena tolerancia. En este lugar, es capaz de fijar a su superficie gran cantidad de sustancias (agua, electrolitos, gases, etc.). Con esta propiedad, es capaz de inactivar las toxinas y microorganismos fijándose a él aquello que pueda ser nocivo o eliminable para nuestro organismo. Beneficia la producción de bacterias que habitan naturalmente en nuestro intestino formando la flora intestinal. Mejora la digestión de los alimentos que ingerimos, reduce los gases y previene el estreñimiento y la inflamación intestinal. Es un gran recurso contra problemas digestivos corrientes, como la hinchazón abdominal, gases y flatulencias, el molesto reflujo gastroesofágico y el mal aliento o sabor de boca. También estimula la secreción de jugos gástricos y ayuda a recuperar el apetito tras un episodio de convalecencia o de debilidad general. Ayuda a aliviar tanto las flatulencias intestinales como los gases digestivos y las dispepsias (digestiones difíciles) al estimular la producción de jugos gástricos. Se utiliza frecuentemente para aliviar las molestias digestivas, espasmos intestinales y los cólicos en niños pequeños. Las Bífidobacterias se emplean para reemplazar o mantener las colonias “buenas” en el intestino y así mantener la buena salud del tracto digestivo. Mejoran la digestión de la lactosa (intolerancia a la leche) y también mejoran la absorción de las vitaminas del complejo B. En general, un suplemento de bacterias bífidas ayuda a evitar muchas infecciones y molestias intestinales y gástricas.